En el especial dedicado a «Libros de Cine» del último número de Caimán (núm. 16 [67] – mayo de 2013). La firma Felipe Cabrerizo y dice esto:
Los anales del cine español reseñan a José Santugini como guionista de algunas de las cintas clave del cine de posguerra (La torre de los siete jorobados, Mi tío Jacinto, El cebo) e incluso como director de una película estrenada en pleno 1936 (Una mujer en peligro). Para entonces, Santugini contaba ya con una fértil carrera en la prensa humorística de las décadas de los veinte y treinta.
Picado por el veneno del ‘humor nuevo’, esa nueva comicidad con raíces en las vanguardias que el magisterio de Ramón había ido diseminando entre Jardiel, Mihura, Tono, Neville y, en fin, los integrantes de lo que López Rubio definiría como ‘otra generación del 27’, Santugini fue el primero de todos ellos en encontrar una vía expresiva propia materializada en una larga serie de relatos que aparecieron en la prensa humorística de la época y que el tiempo sepultaría bajo el manto del olvido. Con ello ajusta cuentas este De buen humor, recopilación de los mejores textos de Santugini que tintaron principalmente tres publicaciones: Buen Humor, pionera en España de este ‘humor nuevo’ que daría sus frutos más brillantes en la primera etapa de La Codorniz; Blanco y Negro, semanario de altas miras literarias; y Cinegramas, punto máximo de la modernidad cinematográfica republicana. Relatos que no buscan la carcajada abierta sino la sonrisa cómplice del lector y poblados por un largo listado de náufragos, ladrones escondidos en la alcoba, médiums y ectoplasmas, directores tiránicos, niños actores y figurantes y, en fin, todos los protagonistas habituales de este humor déco que no tardaría en dar el salto a la gran literatura.
De buen humor agrupa una cincuentena de estos artículos que antologa y prologa con el rigor y mimo habitual el historiador cinematográfico Santiago Aguilar.